Todo no está en ensanchar las aceras. Hay que contar con los vecinos que pagan su vado, con el camión de la basura que tiene que trabajar, la entrada de los camiones de bomberos y otros servicios que se suelen realizar a lo largo del año.

El pasado mes se inició la ampliación de aceras, lo que supuso un caos en el centro de la ciudad. Los trabajos incluían La Carrera, donde al finalizar las obras algunos vecinos de este vial --como el edil de Cultura y diputado nacional José Ramón Calpe-- se han encontrado con la dificultad de sacar su vehículo a la calle cuando hay otros estacionados en la parte frontal de donde tienen la salida.

Tal como me comentaban los residentes, para circular por esta calle hay que tener habilidad para no romper el espejo retrovisor de los vehículos estacionados y el propio. Pero el impedimento es mayor cuando algún coche no está muy ajustado al bordillo y tiene que pasar el camión de la basura. Si éste tiene problemas uno se puede imaginar el que puede tener un camión de bomberos.

Hay que reconocer que las calles donde se han hecho estas ampliaciones en sus aceras han ganado en vistosidad y comodidad, mostrando una imagen de modernidad. Pero si se le está facilitando transitar al peatón, sabiendo lo difícil que está el estacionamiento y la circulación por esta ciudad, hay que contar también con los vehículos, ya que se especula con la solución de quitar el estacionamiento en esta calle.