La tramitación del plan especial de protección del casco antiguo de Peñíscola sigue sin ver la la luz verde, después de que se haya sufrido un nuevo retraso, lo que impedirá que esté aprobado antes de que acabe este año.

Los planes iniciales del equipo de gobierno pasaban por tratar este asunto en el pleno ordinario del pasado mes de noviembre, pero el punto no llegó al orden del día. Según se indicó en su momento, los grupos de la oposición no habían tenido tiempo para estudiar toda la documentación, por lo que se optó en aplazar este dictamen.

El nuevo plazo marcado señalaba que se haría un pleno extraordinario antes de que acabara este 2004, pero esto tampoco ha sido posible. En esta ocasión el motivo se encuentra en la necesidad de solucionar alegaciones al texto. "Esperamos que la aprobación de este plan especial se haga en el mínimo tiempo posible", indicó el concejal de Urbanismo de la ciudad, Romualdo Forner.

Desde que se planteó por primera vez, hace siete años, el plan de protección del casco antiguo ha tenido una historia llena de obstáculos. Después de modificar algunos de sus planteamientos, el texto pasó en otoño por las comisiones municipales con la intención de aprobarlo de forma inminente.

BÚSQUEDA DE CONSENSO Romualdo Forner informó de que desde el equipo de gobierno "buscamos el máximo consenso posible con los grupos de la oposición", con lo que espera que el plan de protección esté en condiciones de ser aprobado de forma unánime.

El objetivo principal de este plan pasa por mejorar las condiciones de las viviendas del casco antiguo, que en las últimas décadas han sido objeto de un proceso de despoblamiento. Uno de los principales aspectos está relacionado con el proceso de restauración de las casas, con un catálogo que establezca el grado de protección que requiera cada vivienda. También se establece el objetivo de que sea el consistorio el que pueda gestionar los diferentes trámites de obras, ya que en la actualidad esta documentación tiene que pasar por la Dirección General de Patrimonio.

En el aspecto de imagen, el plan se encargará de regular los criterios de ocupación de la vía pública, así como los elementos más adecuados para preservar la identidad del centro histórico de Peñíscola. La aprobación que haría el consistorio de este documento de protección sería provisional, ya que el plan tendría que contar con el visto bueno definitivo de la Generalitat.