La asociación de vecinos de la playa de Almassora Mos Quedem pidió ayer al alcalde, Vicente Casanova, y al concejal de Urbanismo, Enrique Brisach, que medien para que el Ayuntamiento de Castellón arregle el vial de su competencia, que bordea la refinería de El Serrallo y que da acceso a la carretera del Grao y al camino de San Jaime.

La presidenta del colectivo, María Tajes, denunció que "está lleno de baches y constituye un peligro para los residentes de la playa que lo utilizan para acudir a sus trabajos".

Otra demanda fue que el consistorio exija mayor control a los responsables de las construcciones en la costa, principalmente en los caminos Om Blanch, Catalans y Ben-Afeli. Según Tajes, "los trabajadores estacionan los coches de cualquier modo, no se señalizan las obras que invaden la calzada y que no se ven al circular de noche; y los camiones invaden la calle de manera transversal impidiendo el paso de turismos".

Respecto a la apertura de la avenida Mediterránea, Tajes indicó que "el consistorio ya ha entregado al gabinete técnico de Rafael Brisach las correcciones de los técnicos municipales a su proyecto y han fijado una reunión para la primera semana de enero". Todo indica que a finales de febrero o marzo se convocará a los vecinos y se abrirá el plazo de alegaciones.

Respecto al proyecto de encauzamiento de las aguas pluviales que la Conselleria de Infraestructuras ha adjudicado recientemente a Intercontrol, el alcalde de Almassora, Vicente Casanova, informó que viajará a Madrid en enero para entrevistarse con Costas y mostrarles el plano. Asimismo Tajes señaló que "el objetivo de la asociación es que la rehabilitación de la costa comience cuanto antes, aunque coincida con la próxima temporada estival". También reivindicó la difusión de los nuevos planes de emergencia de la planta petroquímica del Serrallo, previstos para principios del 2005.