La Guardia Civil ha concedido un día más de tregua al toro que vaga sin control en las Pedrizas, y que ha hecho saltar la alarma entre los vecinos y los conductores que transitan por la carretera CV-21, de Onda a l´Alcora.

Pasadas las dos del mediodía de ayer, una docena de agentes, incluidos efectivos del SEPRONA, recibieron órdenes de abandonar la búsqueda a fin de que el animal se relaje, dado que su nerviosismo por el acoso hubiera podido originar su intrusión en el vial y un accidente.

El cerco a la res continuará hoy con el cebo que han preparado en un lugar frecuentado por el astado, colocando paja y pienso, con el fin de ponerlo en el campo de un francotirador.

Esta medida se adoptó siguiendo las instrucciones del ganadero de la finca Ilusiones de la Vall d´Uixó, Juan Vicente Martínez, quien se personó para ofrecer su colaboración desinteresada, al tiempo que desmintió que el toro fuera de su propiedad. "El novillo lleva marcado un número en los crotales, por lo que al cazarlo se podrá comprobar a quién pertenece", explicó Martínez, quien añadió: "Parece ser que vive en el monte al menos hace un año, por los testimonios de camioneros y cazadores, y porque toda la zona está pateada, con huellas, especialmente en la cuneta".

Por otro lado, el cazador Joaquín Morro, quien avistó al animal el pasado sábado, también acudió al puesto operativo, acompañado de sus dos perros de caza para colaborar.

Tras iniciar el despliegue equipados con rifles con dardos narcotizantes con una sobredosis de anestesia, los participantes divisaron al menos en cuatro ocasiones al escurridizo animal, cerca del río, aunque no pudieron efectuar el disparo al no llegar a la distancia de 15 metros, la máxima que garantiza su eficacia, sino a unos 40. Además, dos guardias se apostaron en la carretera para paralizar el tráfico en caso de que la res accediera a la calzada. Finalmente, la intervención del helicóptero no fue necesaria, pues el toro estuvo localizado desde primera hora.