El Ayuntamiento de Castellón se ha comprometido a rebachear el vial que bordea la refinería del Serrallo y el camino de la Donació, que son de su competencia, y que dan acceso a la carretera del Grao y al camino de San Jaime, a los vecinos de la playa de Almassora, mientras llega la urbanización de la zona, prevista en unos dos años.

Así lo confirmó ayer a Mediterráneo el concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de la capital, Javier Moliner, quien adquirió el acuerdo de "llevar a cabo un mantenimiento continuo del vial" con el alcalde de Almassora, Vicente Casanova, tras la petición que realizó la asociación Mos Quedem.

Cabe recordar que los vecinos denunciaron que estas carreteras están llenas de baches y son un peligro para los residentes que las usan para acudir a sus trabajos. Moliner señaló además que por la zona circulan camiones del polígono del Serrallo.

No obstante, Moliner explicó a Casanova que ahora no se realiza una actuación más importante, como un asfaltado, porque ambos viales forman parte de una unidad urbanizable industrial prevista en el PGOU de la capital, que está a punto de presentarse, y por eso "no tiene sentido hacer una gran inversión en una zona donde está pendiente de un replanteamiento urbanístico a medio plazo". Un extremo que confirmó ayer Moliner, quien señaló que está vinculado a una unidad de ejecución relacionada con el polígono Parc Castelló y cuyo desarrollo está previsto en unos dos años.

Así, tras las vacaciones de Navidad, los técnicos estudiarán los problemas que presenta el vial y trazarán un plan para darles solución. "Se realizará un rebacheo y se repondrán algunas zanjas que no se arreglaron correctamente", dijo Casanova. El edil espera que la actuación haya concluido para las vacaciones de Semana Santa o principios del próximo verano.