La popular Font del Vi fue sin duda alguna la gran atracción de la festividad del patrón San Blas. Sobre las 8.30 horas la cola pasaba del centenar de personas. No se contabilizaba tanta gente en la puerta de la ermita, donde no existió concentración de feligreses.

La gastronomía primó sobre otros intereses. A todo ello, hasta las 9.30 horas no se inició la tradicional Font del Vi ni el reparto de bocadillos. Por cierto, que hubo para todos, y bueno es que se empiece la jornada con el estómago lleno y saboreando el caldo de la fuente. Algunos aprovecharon la ocasión para llenarse botellas de cinco litros y tener vino para todo el mes.

Cuando la fiesta de San Blas cae entre semana, la costumbre de muchos ciudadanos es trasladarse a Valencia, donde hay gran concentración de burrianeneses en El Corte Inglés, siendo estos unos buenos días de rebajas. Ayer, sólo había que ver cómo estaba de vehículos la plaza de la estación de Renfe para imaginar los desplazamientos habidos hasta la capital del Turia.

En cuanto al comercio local, San Blas sería una jornada festiva importante para abrir los establecimientos, dado que muchos vecinos no trabajan y podrían aprovechar para realizar sus compras. Frente a la tradición comercial, sin embargo, a la hora de la procesión, Burriana recupera la imagen de día festivo, coincida o no con un fin de semana.