"Ya me han informado de que posiblemente el delito haya prescrito, pero quiero que todo el mundo sepa lo que ha sucedido con el cuerpo de mi padre, enterrado en el cementerio de Torreblanca", explicó Rosa Jover. Y es que ni ella ni sus familiares comprenden qué ha podido pasar con la tumba en todo este tiempo.

"En todos estos años el sepulturero encargado del camposanto por aquel entonces y vendedor de ataúdes, nunca nos informó de ningún suceso extraño ocurrido en el nicho de mi padre", resaltó. A la espera de recibir explicación, esta familia dio sepultura a ambos cadáveres dos días más tarde del hallazgo.