La regularización de inmigrantes está aportando cifras en esta ciudad que supera a las de otras poblaciones. A pesar de que no tiene grandes empresas, ni polígonos industriales donde se concentran los puestos de trabajo, el número de extranjeros aumenta de forma progresiva.

Da la impresión de que el inmigrante encuentra en esta ciudad con mayor facilidad la vivienda, bien como propietario o de alquiler. En cinco años, en Burriana se han vendido muchas de segunda mano, que están en edificios antiguos, sin ascensor; o en el casco antiguo.

El rumano suele ser de los que compra la vivienda y se integra con mayor facilidad en la población, aunque siempre piensa en volver a su país. Los marroquíes, en su mayoría, viven en alquiler y suelen tener puntos de concentración. Principalmente se localizan en zonas donde tiene montados sus bares y tiendas.