La adopción de medidas provisionales por parte del consistorio obedece a la determinación del equipo de gobierno de evitar un nuevo verano de problemas circulatorios. Por ello se comprometieron a efectuar una ampliación de la calzada en su tramo más conflictivo, si no empezaban las obras antes de este verano.

El proyecto definitivo de la carretera sigue esperando a la finalización de su proyecto, con el fin de proceder a la licitación. El proceso ya lleva un retraso de casi cuatro meses, después de que el secretario autonómico de Infraestructuras, Pedro Marco, indicara que la licitación estaría lista antes del 2005.