La antigua papelera y la solución definitiva de lo que se prevé realizar en estos terrenos se debatirá esta semana. La decisión, una vez más, será de los políticos y, posiblemente, también de los técnicos municipales. El solar que el Ayuntamiento tenía previsto destinar para el nuevo hospital, al realizarse en Vila-real, los terrenos quedaron calificados de terciarios. Ahora se pretende una recalificación de los terrenos y llevar a cabo una nueva urbanización o que el Ayuntamiento los compre.

Cierto es que la antigua papelera debería derribarse. Estas instalaciones que están en ruinas son una mala imagen por el abandono de las mismas. La solución la expone la empresa privada. Si el Ayuntamiento se atiende a la compra de los terrenos al municipio le puede suponer un gasto económico del que no dispone. Si se recalifican los terrenos, al municipio no le supondría ningún desembolso.

La decisión es difícil porque el cierre de la papelera dejó a muchos ciudadanos sin trabajo y con el empeño de recuperar el dinero invertido en abogados para poder tener una participación en la venta de los terrenos. Al final abandonaron y ahora piensan en la revalorización de los terrenos. Lo que está claro es que algo se tiene que hacer con la entrada más bonita que tiene la ciudad.