PEÑÍSCOLA. Un olivo español, plantado en la época de los romanos, salió ayer de Peñíscola para ser replantado en el parque floral de Royen, al suroeste de Francia. Este árbol, de 1.800 años, pesa 16 toneladas y mide cuatro metros de alto y siete de ancho. El director del parque, Jean-Philippe Marcadé, lo descubrió durante un viaje a Castellón y propuso el traslado al recinto, donde hasta ahora era decano un bonsái de 1885. RD