Una costumbre muy europea y sobre todo de zonas en las que no hay playa es aprovechar la llegada del buen tiempo para dar uso de las zonas verdes, como tumbarse en el césped o salir con los niños a jugar. Precisamente, desde la concejalía de Medio Ambiente se quiere recuperar esta costumbre y devolver las zonas verdes a los vecinos.

Desde hace algunos meses, un pequeño jardín situado junto a la piscina cubierta, al principio de la avenida Europa, se ha convertido en un improvisado gimnasio, sobre todo para las personas mayores, aunque tampoco es extraño encontrar a personas de todas las edades practicando sencillas tablas gimnásticas gracias al mobiliario urbano.

Y esto es posible porque el Ayuntamiento tomó la decisión de recuperar lo que era una simple zona verde, sin bancos, ni parque infantil, en un espacio público útil.

Al principio, a los vecinos les costó hacerse el ánimo de utilizar los nuevos bancos con pedales o las tablas de estiramientos.

Pero la extrañeza inicial se ha convertido en una costumbre muy extendida, sobre todo entre los más mayores, que mientras disfrutan de un soleado día al aire libre, ejercitan sus piernas, o sus brazos, incluso charlando con algún amigo o cualquier vecino que también disfruta de este relajado deporte.

Según explicó el edil responsable de Medio Ambiente, Ernesto Gala, la intención del consistorio es recuperar el máximo de zonas verdes existentes en la ciudad, "aunque no necesariamente de la misma forma", explicó, pero sí creando lugares para los ciudadanos, en los que sea agradable descansar y disfrutar del aire libre en una ciudad un poco más humana.