El alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, manifestó ayer que seguirá "presionando ante la Conselleria" para lograr la licitación de la carretera entre Peñíscola y Benicarló por la costa. Una obra, que según la primera autoridad municipal, "ya hace tiempo que tendría que estar hecha", por lo que desde el consistorio se han asumido unas obras provisionales, con el fin de que "los accesos no sigan pareciendo del Tercer Mundo".

Según Martínez, la licitación de la actuación está pendiente de un convenio, referido a la propiedad de los terrenos por los que debe pasar la carretera. "Según me dijo el director general, Victoriano Sánchez, la licitación se hará de forma rápida, aunque se ha hablado tantas veces de esto que ya no sé qué decir", indicó. El alcalde añadió que por parte del consistorio "se está haciendo todo lo que se tiene que hacer, por lo que ahora debe ser la Conselleria la que apechugue y haga lo que corresponda". Desde finales del pasado año, el Ayuntamiento ya dispone de los terrenos entre la Ratlla del Terme y el camino de la Volta, mientras que se sigue negociando con los propietarios de otros tramos incluidos en el trazado de la futura carretera.

PRIORIDAD El nuevo vial de la zona norte es una de las grandes prioridades del consistorio peñiscolano. "En cada reunión que hay con la Generalitat se insiste en la necesidad vital que existe", apuntó el alcalde, por lo que la licitación del proyecto "es un compromiso político y personal que tengo con los ciudadanos de Peñíscola".

El edil de Tráfico, Manuel Roca, explicó los cambios que las obras provisionales provocarán en la circulación. La principal novedad radica en el carril del paseo marítimo, que cambia de sentido. Esta modificación seguirá en vigor después de acabadas las obras.