Los agricultores de la Jana construyeron la Cámara Agraria, de planta baja y dos pisos, en el siglo XX, a principios de la década de los 20. El edificio pertenecía al Sindicato de Obreros Campesinos de la Jana que, poco antes de la guerra civil, se adhirió a la CNT, a quien cedió el uso, al igual que a UGT. En la contienda, muchos fueron fusilados por contar con papeletas de acciones de propiedad, "al menos había 330, por 25 pesetas cada una", según apuntan sus descendientes, que aún las conservan.

En 1939, la dictadura se incautó de la Cámara Agraria. Luego, pasó a la Hermandad de Labradores, a la Cámara Agraria Local y a la Provincial. Por el decreto del Gobierno Valenciano 161/1994 de 29 de julio, "los bienes de las Cámaras pasan a atribuirse a los respectivos consistorios donde se ubican". Ya el 22 de octubre del 2003, el Tribunal Supremo desestimó el recurso de la CNT que reclamaba diversos locales en toda España.