La división entre dos sectores de la comisión de la Sagrada Familia, en la Vall d´Uixó, ha aflorado con tensiones durante los últimos festejos patronales, que terminaron el pasado domingo, a falta de dos actos de despedida.

Aunque las diferencias se remontan a meses atrás, se han agudizado en estas celebraciones a raíz de la intención de un grupo de la comisión de adquirir un toro por su cuenta. Un deseo que fue frenado por los organizadores porque, según el presidente de la comisión, Francisco Sorribes, "una peña no puede comprar un astado; se permitió el año pasado pero éste no lo creímos conveniente, porque si no se disgrega el grupo e incluso a algunos se les propone destinar la cuota de la comisión a esto. Las peñas ya tienen su fiesta en agosto". Al respecto, matizó que "sí se permite que la reina pague un toro".

BRINDAR UN DETALLE Justamente, coincidió que ese sector lo integraban, entre otros colaboradores, familiares de la reina, que quisieron ofrecer la res como detalle. Finalmente, el astado previsto --de Fuente Imbro (Jerez)-- no pudo ser y con otro toro surgieron problemas por la lengua azul, por lo que al final se optó por uno de Guardiola.

Días antes de la exhibición del toro --que finalmente brindó la reina--, se produjo uno de los momentos de tensión, que recayó en la propia representante festiva, Verónica Bernal, de 16 años. La joven, pese a toda la ilusión puesta, se siente dolida por las actitudes de algunos componentes de la comisión. "En la cena de gala, hubo quien cantó: Si la reina no tiene toro, ¿qué vamos a hacer?, relata Verónica, quien el último día festivo, el de los conciertos, volvió a escuchar otra cantinela en su portal: "¡A por ellos, ya no hay reina!"".

Aún así, la representante piensa continuar cumpliendo con sus funciones en este ejercicio, y el que viene, "el tiempo dirá". "Sin el apoyo de mi familia y mis amigos no hubiera podido seguir adelante. Son muchas cosas, muchas críticas y burlas", señala la representante festiva.

Otro inconveniente que apunta Verónica ocurrió durante su presentación. Pidió que su padre la acompañara al escenario, en lugar del presidente. "Pero me dijeron que no lo admitía el protocolo, cuando otros años sí han dejado a otras representantes", añadió Bernal.

La reina que, como su famila, se considera muy vinculada a la Sagrada Familia, quiere seguir participando "por la fiesta y el pueblo". Por ello, ha confirmado que asistirá este domingo a la comida de hermandad y, dentro de una semana, a la torn del guió, además de los actos oficiales a los que tenga que acudir en otros municipios de la provincia.

JUICIO EN MARCHA Por su parte, el máximo responsable de la comisión de la Sagrada Familia, Francisco Sorribes, aunque reconoce que ha habido diferencias entre dos grupos, manifiesta que "a la reina, la comisión la ha tratado igual que a todas y se le ha acompañado a todos los actos, excepto, a veces, a su casa, pues ya iba en compañía de la familia y residimos cerca".

Sin embargo, Sorribes sí reconoce problemas con un grupo, al producirse unas declaraciones "críticas" en su contra, que no ve correctas, y que denunció en mayo. "Ha coincidido que el juzgado ha citado a declarar a algunas personas justo al inicio de estas fiestas. Es algo que lleva el abogado", dice el delegado de esta comisión de 260 vecinos, con 30 en la organización.

"En fiestas de San Vicente llegó a repartirse un panfleto en el que se me atacaba", asegura el presidente. Pese al conflicto, Sorribes concluye: "Es lamentable que exista malestar, se trata de que entre todos intentemos solventar el tema amigablemente y poner voluntad por el bien de la fiesta de la Vall".