Miles de personas se dieron cita ayer en Segorbe en la tradicional feria de la Purísima, que representa un motivo de atracción para vecinos de toda la comarca y de otras poblaciones de la Comunidad Valenciana.

El buen tiempo favoreció la presencia de público en el recinto que, desde las 12.00 horas, estuvo saturado e incluso resultaba difícil caminar. Desde el Ayuntamiento estimaron la presencia de 20.000 personas.

El principal problema fue el tráfico, pues a pesar del incremento de efectivos de la Policía, hubo problemas para acceder a Segorbe por la carretera de Navajas y calles cercanas a la feria estaban colapsadas por vehículos estacionados. Se instalaron 400 paradas y puestos de venta.