Crece y crece. La población de Oropesa no para de incrementar sus habitantes, que se sitúan ya en 8.685, mientras pesa, según indicó su propio alcalde, Rafael Albert, la falta de infraestructuras para poder atender a toda la población.

Por este motivo, la autoridad local ha efectuado un llamamiento a quienes residan en la localidad para que se empadronen. "Desde la corporación se insiste mucho en este aspecto, ya que hay más personas viviendo, según un estudio que ha encargado el Ayuntamiento", comentó Albert, quien considera fundamentales estos registros "porque es difícil pedir más profesores o más médicos si no se puede demostrar la necesidad real, debida al crecimiento demográfico".

El mencionado informe pone de manifiesto lo que sospechan los responsables municipales y es que "en invierno, la cifra de vecinos que habitan en Oropesa asciende a 10.000 personas, cuando a fecha de hoy, sólo viven aquí oficialmente 8.685; mientras que en verano se alcanzan los 100.000 en la primera quincena de agosto, pero es debido a los turistas".

Para superar el desfase y tener mayores pruebas "acreditadas" para exigir infraestructuras a las Administraciones, la única salida es la formalización en el Ayuntamiento de los empadronamientos, que proporcionen cifras de la verdadera situación.

"Ahora, el colegio público está muy saturado, pero ya hay otro confirmado; y el instituto de Educación Secundaria se inaugurará en febrero", dijo.

Aunque de la población el grueso son ciudadanos españoles, casi 6.000, cada vez el padrón se engrosa más por la llegada de inmigrantes. "Son el principal motor de este crecimiento y en su mayoría vienen atraídos por el empleo, para trabajar como empleados en el sector de la construcción, y no tanto en la hostelería, que es más estacional", comentó Albert.

El primer colectivo de extranjeros procede de Rumanía, seguido en segundo lugar por Marruecos y, en el tercero, las personas llegadas de Brasil, "aunque la lista de nacionalidades es más larga y diversa", apuntó.