Los 20 participantes en el taller de empleo de Oropesa se encuentran inmersos en un mercado laboral con más posibilidades. Los alumnos, todos mayores de 25 años, recibieron ayer los diplomas que acreditan su formación como colocadores de piezas cerámicas y jardinería.

El resultado de su aprendizaje se ha plasmado en la adecuación del entorno de la Torre del Rey --con rampas para minusválidos y una escalinata--, así como en el acondicionamiento de los alrededores del local actual de la escuela taller.

Al acto asistieron representantes municipales y del Servef, tales como el jefe de Servicio de Formación, Juan Cotanda; y el jefe de sección del taller de empleo, José Antonio Fernández.

Tampoco faltó la concejala de Servicios Sociales y Hacienda, Consuelo Mallach, quien se mostró satisfecha con el resultado de este módulo de aprendizaje y avanzó que ya se ultima una memoria para solicitar otro programa para el año 2006.

"Una de las ideas es restaurar la antigua edificación del Mas de Conill como sede de la escuela taller", anunció.