El Clot de la Mare de Déu no es un lugar para estacionar vehículos, abrir las cinco puertas y poner la música todo lo fuerte que puedan aguantar los altavoces. Esta situación, que se da algunas tardes y noches en este paraje natural, pude ser el inicio del llamado botellón. Se ha adecentado una zona amplia que hay a la entrada por les Salines y se aprovecha para aparcar el coche e iniciar la fiesta.

Si realmente queremos mantener el Clot en condiciones, tenemos que comenzar por respetar aquello que la naturaleza nos ha otorgado. De no ser así, de poco valdrá que el Ayuntamiento destine una parte del presupuesto municipal para tener este espacio en condiciones. Posiblemente, y ante estos desmanes, el consistorio tendrá que destinar una vigilancia más férrea y contundente, lo que supondrá una mayor inversión.

Hoy en día el Clot es uno de los parajes más atractivos junto al mar Mediterráneo. Posiblemente por tenerlo tan accesible no nos damos cuenta, sobre todo aquellos que no respetan este espacio. Es un lugar muy utilizado por deportistas, por gente a quien le gusta la naturaleza y que sabe que el Clot encuadra la tranquilidad. Si ahora estacionan el vehículo y abren sus puertas para que se oiga la música, poco encanto le quedará.