Los más de 100 toros que se exhiben cada año en la Vall d´Uixó convierten a la localidad de la Plana Baixa en un paradigma de la afición taurina en la Comunitat, no solo en el número de animales que corren sus calles sino también en la búsqueda de soluciones a las trabas burocráticas que la legislación ha ido imponiendo. Así, según recordó el concejal de Fiestas de la localidad, Nicolás Monago, desde el pasado mes de abril, la Vall se ha asegurado poder sacrificar a los toros que exhíbe en el propio municipio, gracias a la habilitación de una sala de matadero autorizada por la Conselleria y la firma de contratos con empresas especializadas para asegurar el buen estado del toro mediante analíticas y el correcto tratamiento de los restos animales. "Nuestras instalaciones son únicas en la Comunitat", insiste Monago, quien justifica la inversión de más de 95.000 euros en su habilitación en el volumen de reses exhibidas en la población. "Con la cantidad de toros que hacemos, vimos que era necesario buscar una solución", explica el edil, quien reconoce, sin embargo, que una salida similar no resultaría rentable en localidades con una cantidad de toros exhibidos mucho menor.

Además de asegurarse el sacrificio del animal y, por tanto, el aprovechamiento de la carne, la Vall d´Uixó cuenta también desde abril con un cajón diseñado específicamente para evitar al toro mayores sufrimientos.