Los retrasos en la ejecución del nuevo campo de fútbol del Pío XII, que se llamará como el mítico portero local José Manuel Pesudo, se suceden. Si la última fecha anunciada por el equipo de gobierno del Partido Popular para el inicio de los trabajos era el pasado verano, las obras no solo no han comenzado, sino que ahora el consistorio no se atreve ni siquiera a apuntar en qué momento podrá iniciarse la construcción de esta infraestructura.

El motivo no es otro que la pugna entre la empresa que lleva a cabo las labores de urbanización de la zona, el Supor-3 --ubicada entre el suelo residencial del grupo Pío XII y el parque público del Pla del Calvari-- y la firma Midascon --que construirá el nuevo campo en el 10% del aprovechamiento urbanístico-- para el enterramiento de una línea eléctrica de media tensión que cruza este espacio. Así lo informó ayer el portavoz del PP, Luis Martínez, a Mediterráneo. Este apuntó, además, que existe otro problema añadido, y es que los trabajos de la propia urbanización deben avanzar para que las obras de la nueva dotación deportiva puedan ponerse en marcha cuanto antes.

En cualquier caso, el edil popular explicó que los técnicos municipales del área de Urbanismo están estudiando esta cuestión con la finalidad de determinar cuál de las dos empresas tiene la competencia para ejecutar y, sobre todo, financiar el enterramiento de esta línea eléctrica. "Se están ajustando precios y en pocos días esperamos que la cuestión se solucione", dijo.

El retraso en esta infraestructura se arrastra desde que comenzó la actual legislatura.