Los malos olores de la zona sur del puerto de Burriana, que se han denunciado en varias ocasiones, son producidos por la antigua acequia por la que hace algunos años, antes de que se construyera la depuradora, desembocaban al mar los residuos del alcantarillado de la ciudad. En esta zona se han construido viviendas que hoy en día están habitadas durante todo el año. Al parecer, y según denuncias de los vecinos, cuando se estropea el bombeo de las aguas residuales que hay en la carretera de la Serratella, los residuos encuentran de nuevo el antiguo camino al mar.

Las personas afectadas consideran que no están siendo atendidas como ellas creen que deberían. Hace pocos años, la depuradora de Burriana tuvo una inversión de más de 700 millones de las antiguas pesetas, pero los vecinos siguen aportando pruebas de que no se le ha dado solución alguna a la entrada de residuos sólidos de fecales.