Al margen de la batalla política, los propietarios viven en la indefinición de no saber qué ocurrirá con sus viviendas. En Moncofa, la situación ha provocado que un número importante de casas se encuentran en estado de dejadez. Uno de los afectados, Ignacio Martínez, señaló: "No tengo ganas de invertir dinero en algo que será derribado. Mientras la vivienda se pueda habitar iremos en verano, después la cerraremos". Por el contrario, otros han optado por remodelar sus casas, a pesar de ser conscientes de que en el 2018 se iniciará el proceso de derribo. M. €. SÁNCHEZ