La devoción religiosa tomó ayer el relevo en la programación de las fiestas patronales de Almenara, en la jornada en que se celebraba el segundo día grande de los festejos. Por la mañana, la actividad se centró en el tradicional traslado de la imagen de San Roque, patrón de la población, desde su propia capilla hasta la iglesia de los Santos Juanes, desde donde salió en procesión.

El desfile religioso por las calles del municipio se celebró por la tarde, con la imagen del santo llevada a hombros por el grupo de quintos que este año cumplen 25 años desde que celebraron las fiestas. Gran parte de los balcones de las calles por las que transcurrió la procesión estuvieron engalanados para la ocasión.

En este acto, que congregó a buena parte de los vecinos de Almenara, participaron también los festeros y festeras de la población, con sus trajes tradicionales. San Roque estuvo arropado por cientos de vecinos que no quisieron dejar pasar la ocasión de ser partícipes del desfile.

Como viene siendo habitual, un grupo de danzas, en esta ocasión fue La Corona, de Almenara, junto con la Colla Garramatxa de Dol§ainers i Tabaleters, encabezó la procesión, con bailes para amenizar el acto. En el desfile participó también la Unión Musical Santa Cecilia de la localidad. Las autoridades municipales, encabezadas por el propio alcalde, Vicent Gil, y el resto de la corporación también estuvieron presentes en el acto religioso.

La nota negativa de la jornada fue la protagonizada por la cantante Bebe, que a media tarde anunció que anulaba el concierto, debido a que se encontraba en mal estado de salud. La concejalía de Fiestas tuvo que improvisar un acto musical, sobre todo para que la juventud, tanto de Almenara como de pueblos vecinos, pudieran pasar una buena velada. Al respecto, la concejala Teresa Romero apuntó: "Son cosas que no solo ocurren aquí, pero la verdad es que te desmontan la programación".