La estación de trenes que comparten Burriana y les Alqueries no recibirá, por ahora, ninguna inversión para ejecutar un paso subterráneo o elevado que aumente la seguridad de los usuarios, quienes ahora se ven obligados a cruzar por las vías para cambiar de andén.

Así lo confirmó el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que elabora el presupuesto del 2007; y Renfe, que participa con propuestas en las reuniones técnicas para determinar futuras infraestructuras.

"No se va a ejecutar ningún paso, además, la curva es histórica y no se puede quitar", alegó Adif, en relación al tramo que resta visibilidad a los viajeros antes de cambiar de andén.

Desde la compañía reconocieron que "solo existe un proyecto de megafonía que alerte de la llegada de trenes, en tiempo real, pero está en estudio".

Por su parte, Renfe se desvinculó de la responsabilidad de reformas que impliquen construcción en las estaciones. Eso sí, resaltó la escasez de trenes sin parada y el buen funcionamiento del actual sistema. "De las 120 circulaciones de trenes que pasan por Burriana se detiene un 80%, frente a los de mercancías y largo recorrido", indicaron.

Acerca del aviso de la llegada de convoys, apuntaron que "existe una emisión continua y estándar de mensajes, como en otras estaciones". Precisamente de esta repetición se quejan los vecinos, que piden conocer el momento exacto y evitar accidentes. La gestora también añadió que "de manera voluntaria, el personal de taquilla realiza otro anuncio de trenes, pero solo cuando abre: de lunes a viernes, de 7.00 a 19.30 horas; y el resto, de 8.00 a 20.30".