El concejal de Fiestas de les Alqueries, Javier Muñoz, pidió ayer públicamente al obispado que traslade al párroco de la localidad "de forma urgente", tras la actitud mostrada por José Navarro "al diferenciar en forma y trato" las dos misas que se realizaron el pasado domingo en honor a la patrona, la Mare de Déu del Niño Perdido.

"Que se lo lleven del pueblo cuanto antes, porque no puede continuar dividiendo a la población y haciendo tanto daño", alegó el concejal Muñoz.

DIFERENCIAS Para el edil, durante el oficio religioso oficial, el vespertino, "la principal falta de respeto de Navarro, además de dejar la puerta de la iglesia cerrada y las luces del templo totalmente apagadas en el momento de la llegada de la corporación municipal --a las 19.00 horas--,fue el hecho de que ni siquiera nombrara a las representantes de las fiestas, es decir, a la reina y las festeras, en el turno de agradecimientos".

Muñoz afirmó que a la misa de la tarde asistieron más de 300 personas, a diferencia de las 125 que participaron en la matutina, lo que para el concejal demuestra una vez más, "qué es lo que el pueblo quiere y no quiere; no se le puede consentir que tenga esta postura ante los vecinos".

Así, mientras la misa de la mañana se prolongó hora y media y contó con todo tipo de detalles --coro incluido--, la de la tarde solo duró 25 minutos.

El edil de Fiestas insistió en que "la falta de respeto la demuestra Navarro y toda aquella gente que alimenta y sirve de portavoces al párroco".

Por otra parte, Muñoz hizo una valoración positiva de los festejos patronales que acabaron el domingo, y aplaudió la alta participación. De entre todas las actividades de los 10 días de festejos, destacó los actos taurinos, especialmente el bou en corda; así como también la tradicional cena de pa i porta, que reunió a más de 3.000 personas; y el concierto de Sergio Dalma, una actuación en la que, según afirmó el edil, "no cabía ni una aguja más en la plaza Major".