"En la provincia de Castellón hay auténticas catedrales de la piedra en seco". El profesor de la Universitat Jaume I (UJI) Francisco Javier Soriano, experto en este tipo de construcciones tradicionales, es rotundo. El patrimonio castellonense en esta clase de arquitectura rural es impresionante, tanto por la cantidad de elementos existentes como por su valor.

Sin embargo, la riqueza patrimonial que caracteriza a las edificaciones realizadas a base de piedra en seco no se ha visto correspondida por las administraciones.

En este panorama de casi abandono, Vilafranca destaca, precisamente, justamente por todo lo contrario. El municipio es uno de los pocos que, según comenta Soriano, ha catalogado sus construcciones de piedra seca, con 900 elementos diseminados por todo el término municipal. Pero su labor no ha quedado en un mero inventario. Vilafranca también ha querido poner en valor todo este patrimonio, con actuaciones de mejora y reconstrucciones de antiguas casetas e incluso con la creación de un museo, cuya inauguración está prevista en la jornada de hoy.

Entre sus paredes se podrá descubrir, entre otras cuestiones, que la técnica de la piedra se utilizó por nuestros antepasados para dar cobijo a los pastores o a sus ganados. Principalmente, se llevó a cabo en poblaciones situadas en la zona norte de la provincia de Castellón, según relata Soriano.