Las miles de construcciones de piedra en seco que se encuentran esparcidas por todo el territorio provincial podrían disponer en los próximos años de un nuevo nivel de protección. La Dirección General de Patrimonio, dependiente de la Conselleria de Cultura, está estudiando actualmente "acotar las zonas con mayor presencia de estos elementos con el objetivo de protegerlos legalmente", según anunció el responsable del departamento, Manuel Muñoz.

De materializarse este proyecto, el área más beneficiada sería, sin duda, el interior de la provincia, particularmente, las comarcas de Els Ports y el Maestrat. "Piedra en seco hay en toda la Comunitat , pero la parte más notable está en el interior de Castellón", matizó Muñoz.

PONER EN VALOR La delimitación de estas zonas permitiría poner en valor un rico patrimonio monumental, para muchos todavía desconocido, incrementando las inversiones económicas y, sobre todo, profundizando en la catalogación de este tipo de construcciones, un factor "clave" para su conservación, en palabras del especialista Francisco Javier Soriano, profesor de Geografía Humana en la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón.

Hasta que llegue ese momento, la catalogación y conservación de la piedra en seco deberá seguir al amparo de los "intentos aislados", que, según Soriano, realizan por su cuenta algunos ayuntamientos. "Si no tenemos catálogo no podemos saber qué hay que proteger", continúa este especialista, para quien "los esfuerzos oficiales" para la conservación de este patrimonio son "escasos". "Tan solo hay catálogos parciales, pero hoy por hoy no hay ninguno general", especifica Soriano.

Tanto el profesor como el director general de Patrimonio coinciden en que el inventario exhaustivo de todas las construcciones de piedra en seco de la provincia resultaría "complicadísimo" de elaborar. Aun así, Muñoz insiste en que "aquellos elementos singulares, dignos de ser protegidos, sí están catalogados". Sin embargo, el registro de la Dirección General de Patrimonio para la piedra en seco --englobada en el catálogo genérico de bienes inmuebles etnológicos-- apenas contabiliza un millar de estructuras, en categorías tan variadas como barracas, muros, pozos o refugios, entre otros elementos.

La cifra está lejos de reflejar la presencia real de la piedra en seco en la provincia de Castellón.

De hecho, según Soriano, el número de construcciones catalogadas apenas representa un porcentaje del 10% de las casetas y estructuras existentes.

La conservación de todas ellas es tan necesaria como también compleja. "Son construcciones muy numerosas, que han perdido su uso, y casi no quedan personas que sepan cómo mantenerlas", apunta Soriano. A estas dificultades reseñadas se añade, según manifestó Muñoz, su ubicación a la intemperie y "a merced de los expolios".

En cualquier caso, el director general de Patrimonio insiste en que los esfuerzos de su departamento por proteger estos bienes son continuos. Hasta el punto que las construcciones de piedra en seco de la Comunitat Valenciana se mantienen todavía en la lista indicativa para la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, una posibilidad que se tanteó hace ya algunos años y que Muñoz se muestra dispuesto a impulsar de nuevo, aunque a más largo plazo.

Por el momento, los esfuerzos de la dirección general se centran, sobre todo, en la delimitación de las zonas de mayor relevancia patrimonial y, a partir de ahí, estudiar su protección.