Mañana sábado se inician de forma oficial las fiestas patronales de Segorbe. Como aperitivo está el guisado de toro que, con la colaboración de Mediterráneo, se ofrecerá esta noche a unos 1.500 comensales en el recinto del Botánico Pau. Por delante, 16 días, más de un centenar de actividades y un completo programa para todas las edades y condiciones, como corresponde a unas fiestas que tienen la doble consideración de Fiestas de Interés Turístico Nacional e Internacional.

Como protagonista de excepción, una joven de 20 años de edad, de cabellos dorados, mirada sincera, permanente sonrisa y belleza infinita que ya fue reina infantil cuando tan solo contaba con 10 años.

María Martín Calpe, estudiante de Psicología, se convertirá mañana noche en la reina mayor de las fiestas de Segorbe. Lleva meses preparando vestidos, discursos e invitaciones. Ya lo tiene todo listo, pero se enfrenta a otro problema: el estrés que representa estar en cada sitio, a la hora prevista y con la imagen adecuada. "Sí es estresante, pero cuando te presentas para reina ya sabes que supondrá un esfuerzo y ello se compensa con la ilusión y las ganas de hacerlo bien".

Felicitaciones

Aunque ya fue reina infantil, María se encuentra sorprendida por la importancia que la población le da a su cargo. "La gente, incluso que no conozco, me para por la calle para darme la enhorabuena. Mi casa es un auténtico desfile de personas que vienen a ver la ropa y a traerme regalos; es alucinante porque muchos son desconocidos", indica.

De lo que pasó hace una década ya no se acuerda, pero cree que "no fue tan pesado como ahora". Le ha tocado elegir las faldas, los colores y los diseños, y esa responsabilidad "no la tuve la otra vez".

Entre sus compañeras en la corte de honor hay algunas amigas de su grupo que el sábado montaron una entrada de toros en el domicilio de la reina, donde no faltó ingrediente alguno. Hasta los vecinos de la calle se sorprendieron por la gran capacidad creativa.

Esperanza

María comparte su actividad estudiantil con la de componente de la banda de música y miembro de la comisión de fiestas. En su opinión, "deberían haber más actos para los jóvenes y, sobre todo, animaría al pueblo a que se involucrara más, aunque no es fácil, ya que la estructura de los actos es antigua".

La reina está ya nerviosa. El acto de la proclamación es muy importante para ella, y ha llegado a soñar con una inesperada caída en la pasarela que lleva al escenario, con un auditorio sin público y una indeseada tormenta de verano. "Espero que salga todo bien porque son muchos los familiares y amigos que van a venir a verme". "Si la gente sale contenta mañana, me sentiré como una auténtica reina", finaliza, nerviosa y orgullosa, María.