El Ayuntamiento de Vinaròs se sumará la semana próxima a la oposición contra el proyecto Castor, que pretende instalar un depósito submarino de gas frente a las costas de Vinaròs, así como una planta regasificadora de grandes dimensiones.

La junta de portavoces, presidida por el alcalde Jordi Romeu, decidió ayer celebrar un pleno extraordinario el lunes, a las 21.00 horas, para tratar de forma monográfica el asunto y votar una moción consensuada por parte de los cuatro partidos políticos que hay representados.

Esta moción solicita que el Ministerio de Industria amplíe el periodo de alegaciones, ya que estas solo se han podido presentar en el mes de agosto. El texto también refleja la rotunda oposición del Ayuntamiento de Vinaròs, puesto que el proyecto supondría un claro freno al desarrollo turístico y residencial del municipio. En ella también se solicita a la Generalitat que el informe que debe presentar en las próximas semanas sea desfavorable. El texto será remitido a los consistorios de municipios vecinos, las diputaciones de Castellón y Tarragona, la Generalitat Valenciana y de Cataluña, así como al Gobierno español.

El conseller de Infraestructuras, Mario Flores, hizo ayer mención a la controversia por este proyecto. Así, afirmó que la Conselleria todavía no ha elaborado el informe pedido desde el Ministerio de Industria, debido al descenso de actividad del mes de agosto, y recordó "el rechazo de todos los partidos políticos y la alegación presentada desde la Diputación". Flores se mostró "a la espera de conocer las explicaciones del ministro de Industria", y advirtió de que el informe "lo sopesaremos todo".

El conseller opinó que el depósito submarino "puede que no tenga un impacto importante", al estar situado a 22 kilómetros de la costa, pero sí reconoció que la planta regasificadora "preocupa por sus efectos".

PUERTO Por otro lado, el responsable de Infraestructuras de la Generalitat también hizo mención a la polémica por la reforma del puerto de Vinaròs. Flores explicó que en el pleno del Consell de mañana viernes está previsto el nombramiento del nuevo director general de Puertos, que servirá de interlocutor entre las partes afectadas. El conseller se mostró receptivo a mejorar la bocana --que podría quedar estrangulada-- pero reacio a llevar a cabo la ampliación del dique, "puesto que es una variación sustancial en un proyecto que ya está adjudicado".