Los responsables del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Benicàssim se han marcado como objetivo resolver a lo largo de este mandato dos asuntos relacionados con la preservación y el impulso del patrimonio.

En líneas generales, su idea versa en que tanto el castillo de Montornés como los restos de la Centinella, que se encuentran situados junto al edificio del consistorio, pasen a ser de propiedad municipal. A cambio, el Ayuntamiento resarcirá a los dueños legales de ambos bienes con una serie de compensaciones, centradas en la permuta de terrenos. Una operación que se haría, preferentemente, en aquellos lugares donde se procederá a urbanizar en breve, como puede ser el sector 2 del Plan General de Ordenación Urbana.

Para ello, tan solo faltaría el acuerdo entre las partes. Unas negociaciones que conduce, principalmente, el concejal de Patrimonio, Domingo Ferrando, en la estela de los pasos seguidos con la Torre de Sant Vicent.

En referencia a la Centinella, cuenta con un total de 5.000 metros cuadrados de suelo con tipología urbana, lo que le reviste de un mayor valor económico. En cuanto al castillo de Montornés y su zona de afectación, que supone unos 100.000 metros cuadrados en medio de un paraje natural, su valor económico resulta más difícil de cuantificar. En este sentido, las cifras no serían en ningún caso los 3.000 euros que es su valor según la contribución catastral ni tampoco los 2,5 millones de euros con que lo tasaron sus propietarios.

Por su parte, el responsable del área de Patrimonio en el Ayuntamiento de Benicàssim, Domingo Ferrando, manifestó ayer que prosiguen las reuniones con los propietarios de ambos terrenos para seguir avanzando y alcanzar cuanto antes una medida definitiva, aunque aún no hay fechas para ello. "Queremos encontrar una solución justa para todas las partes; el consistorio adquirirá dos lugares emblemáticos y sus propietarios harán un cambio que sea razonable", explicó Ferrando.