El casco antiguo de la localidad está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y cualquier actuación en el entorno requiere de permisos especiales. Asimismo, el consistorio ofrece una exención del 95% en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).

Sobre esta medida hay que señalar que precisamente el pasado lunes se aprobó en comisión la bonificación del ICIO para dos viviendas de la localidad, en la plaza de Jaume I. Asimismo, la vila está declarada Área de Rehabilitacion Urbana (ARU), una consideración que contempla que la restauración de cualquier inmueble que se encuentre dentro del casco antiguo pueda optar a las ayudas destinadas por la Generalitat Valenciana. Tal y como informan desde la delegación de Urbanismo, el objetivo de las ayudas será la rehabilitación total o parcial de edificios destinados a vivienda y los requisitos que se han de cumplir son: destinar el domicilio para vivienda habitual o permanente, comenzar las obras tras la visita de inspección del técnico de rehabilitación, recibir la calificación provisional y no derribar ninguna fachada.