Los conductores que circulan por Vila-real se han encontrado esta semana con nuevos ralentizadores de velocidad, un total de siete, en puntos considerados como más conflictivos. El objetivo no es otro que intentar reducir la accidentalidad en base a que estos pasos de peatones elevados obligan a moderar la marcha del vehículo, tal y como manifestó el inspector jefe y responsable de Tráfico de la Policía Local, Juan Rafael Martí.

Los puntos elegidos, en coordinación entre los responsables de Seguridad Ciudadana y el Ayuntamiento, son los siguientes: el cruce de la calle Andalucía con Calvario --con uno--; la intersección de la avenida Tárrega con Torrehermosa --donde se añade uno, aunque ya existían tres, previamente, en esta zona--; la avenida Murà, frente a Els Lluïsos --con uno--; entre las calles Benicarló y Furs de Valencia --uno--; y finalmente, entre la avenida Grecia y el camí Travessa --con tres--. Precisamente, según sostiene Martí, este último lugar es verdaderamente el más problemático. "En el 2007 se registraron 20 accidentes, por lo que se han instalado dos en la avenida Grecia, que es la vía no preferente y en la que existe un stop que no siempre se respeta; y otro en Travessa", relató el delegado policial, quien añadió que esta zona actualmente está incluso "sobreseñalizada", pero con esta nueva medida pretenden ver si puede ser suficiente para minimizar la siniestralidad.

OTRO PENDIENTE Además de los mencionados, todavía restará colocar otro badén en la avenida Murá, a la altura de la calle Benedito. Sin embargo, las obras se han dilatado y darán comienzo tras las vacaciones de Pascua, dado que es necesario trasladar unas rejillas de alcantarillado. Y es que su situación impide colocar las rampas de acceso necesarias en cada extremo, al necesitarse un metro por cada lado.

Aunque por ahora la planificación marca solo estos viales, Martí no descarta más. "Hay una creciente preocupación por el exceso de velocidad y, con estos artilugios, intentaremos que se respete; se busca repartirlos por toda la ciudad, eso sí, siempre guardando las distancias adecuadas, a unos 150 ó 200 metros como mínimo", concluyó.