El colectivo de las personas mayores de Peñíscola fue el protagonista de la jornada de ayer de las fiestas patronales que la localidad celebra para honrar a la Virgen de la Ermitana.

La parte baja del casco antiguo fue el escenario de los diferentes actos programados, que dieron comienzo con la misa en la capilla de Santa Ana. Posteriormente, los más veteranos del municipio degustaron, en la plaza de Santa María, un buen vaso de horchata y fartons. Gracias a la colaboración de una conocida pastelería de la ciudad se repartieron 700 raciones de estos productos, con el empleo de 150 litros de esta tradicional bebida y 1.000 unidades de la peculiar y dulce pieza de bollería popular.

El programa dedicado a los peñiscolanos veteranos también contó con la actuación de los grupos infantiles de las Danzas y de los Moros y Cristianos, que encandilaron a los asistentes. El colectivo de octogenarios también fue obsequiado por el Ayuntamiento con el habitual lote.

Llegado el mediodía, los jubilados y pensionistas participaron de una multitudinaria comida de hermandad, seguida de una actuación de sainete en la sede del Palau de Congressos.

MUESTRA El amplio programa destinado a los más mayores se completó con la inauguración de una interesante exposición de pintura en el centro social, así como con una noche de revista en el Parador de Fiestas. El conocido humorista Jaimito Borromeo fue la principal figura de la velada. Por otro lado, el hotel Hostería del Mar acogió ayer un concurso de bailes de salón.

El colectivo de gente mayor de Peñíscola es uno de los más mimados durante estas fiestas. Muestra de ello es que una parte de las gradas de la plaza de toros están especialmente reservadas para ellos, tal y como indican los carteles que hay en el recinto. Y, si ayer fue la jornada dedicada a la tercera edad, hoy tiene lugar el día de los más pequeños, con juegos en el puerto y un parque infantil con hinchables.