El equipo de gobierno de la Vall d´Uixó propuso ayer reducir el tipo del IBI urbano del 0,85 al 0,82 y, en caso de domiciliación, que haya una bonificación que pase del 1% actual al 2%. Así lo indicó la alcaldesa, Isabel Bonig, tras reunirse con la Coordinadora de las Asociaciones de Vecinos con el objetivo de revisar el catastro.

Bonig indicó que este organismo debería "sopesar la protesta" realizada como consecuencia de la elevada subida del catastro que provocó las quejas de la ciudadanía. Y es que, según indicó, "es lo más que se ha podido ofrecer en esta difícil situación económica".

Por otra parte, afirmó que las 3.000 firmas que hicieron llegar al Gobierno exigiendo la revisión del catastro, han sido rechazadas, pero recurrirán.