La despoblación de los municipios del interior de las comarcas castellonenses y la presión fiscal a la que tienen que hacer frente los propietarios de comercios --la misma que los establecimientos de grandes ciudades--, ha supuesto el cierre de varios negocios, sobre todo de los hornos tradicionales, que están a punto de desaparecer en zonas como Els Ports. En esta línea se pronunció el secretario general de la organización que aglutina a la pequeña y mediana empresa de Castellón (Pymec), José Pascual Serrano: "Todas las localidades tienen algún tipo de comercio que les asegura el abastecimiento alimentario, aunque el sector del pan ha sido el más perjudicado por los elevados gastos a los que hay que hacer frente y el relevo generacional, puesto que hay jóvenes que ya no siguen un negocio como este que tradicionalmente ha sido familiar".

Un argumento que reforzó el presidente del Gremio de Pasteleros y Panaderos de Castellón, Cipriano Cortés, apuntando que "el trabajo del panadero es muy sacrificado y ha dejado de ser atractivo porque no es rentable".

Sin embargo, el pan es un producto de primera necesidad, por lo que el suministro no ha dejado de realizarse. En la mayor parte de municipios sin hornos, "un bar polifuncional", como lo denominó Serrano, o bien otro tipo de comercio, se encarga de ofertarlo. Eso pasa en las localidades con menos habitantes, como pueden ser Forcall, Cinctorres, Ares, Palanques o El Toro.

Casos aparte son Herbés y Castell de Cabres, donde es el cartero de Morella quien, desde hace muchos años, lleva a diario las barras de pan a sus vecinos. Y en Pavías e Higueras, un grupo de personas se encarga de asegurar el suministro de carne, medicamentos y pan a los habitantes.

NUEVOS USOS En cuanto a las instalaciones de los hornos tradicionales, se han reciclado en algunos municipios con fines sociales. Ha pasado en Castellfort, donde se reconvirtió la vieja y ruinosa infraestructura como espacio multiusos. El alcalde, Ovidio Troncho, explicó que estas áreas polifuncionales están preparadas para acoger una obra de teatro, la proyección de películas o una exposición. "Si uno entra ve perfectamente que se encuentra en el interior de un antiguo horno de leña", manifestó.

En Bejís, también está previsto reformar el horno comunal para albergar actos. Olocau del Rei, Vistabella y Sant Mateu son otras tres localidades con proyectos licitados y adjudicados para restaurar y dar nuevas funciones a los comercios que en su día fueron los más solicitados.