El Ayuntamiento aprobó ayer en un pleno extraordinario la adjudicación de los 17 puestos del mercado municipal, no sin polémica ya que, según denunció el Bloc, uno de los vendedores del mercado actual se queda fuera.

Se trata del puesto de Sara, dedicado a la charcutería, que llevaba muchos años en la instalación y que regentaba un negocio familiar. El alcalde, Vicente Casanova, dijo que el proceso escogido fue el elegido por los negocios.