Después de varios meses sufriendo los efectos de una crisis económica mundial, parece que los municipios que celebran las fiestas josefinas por fin ven una luz al final del túnel. Y es que, para muchos comerciantes, estas celebraciones son "vitales" para dar salida al notable estoc.

Joyerías, floristerías, peluquerías o establecimientos hosteleros son algunos de los sectores para los que estas celebraciones suponen reactivar la economía local, al menos, durante 15 días.

En este sentido, Manuel Usó, presidente de Pymec de Burriana --una de las localidades con más tradición fallera de la provincia--, ha explicado a Mediterráneo que "las fiestas repercuten de forma positiva en la economía local, aunque este año lo harán menos que en anteriores debido a la actual coyuntura económica". Sin embargo, Usó confía en que "las fiestas sirvan de escaparate para promocionar el comercio burrianense, ya que, durante estos días, nos visita gente de localidades vecinas". Además, por este motivo, "este año abrirán más establecimientos la tarde de la víspera de San José (el miércoles), lo que nos servirá de reclamo publicitario", indica Usó. Y señala que, "hasta el momento, solían trabajar ese día solo el 20% de las tiendas y esta vez ya han confirmado que van a ofrecer el servicio el 50%".

Por su parte, el presidente de la federación de empresarios de la Vall d´Uixó, Manuel Mañó, asegura que "estas celebraciones tienen una gran importancia comercial, porque atraen a mucha gente". Además, Mañó destaca que "se trata de una llamada turística que surge efecto en un plazo medio-largo de tiempo, ya que algunas personas que nos visitan en fallas suelen venir, con el tiempo, de compras a la Vall".

La concejala de Comercio vallera y también presidenta de la Junta Local Fallera, Sara Sorribes, afirma que "para el tema de las fiestas todo el mundo saca dinero de dónde puede". La edila sostiene que "la crisis económica puede que afecte más a las celebraciones del 2010". Al respecto, el edil de Comercio de la Vall, David Guzmán, indica que "las fallas suponen una mayor actividad durante varios días en la localidad, aunque quizá este ejercicio haya más austeridad".

Benicarló es otro de los municipios que espera la llegada de estos eventos, ya que, según explica la concejala de Comercio, María Ortiz, "durante estas jornadas, la ciudad vive una gran afluencia de turistas, lo que se traduce en mayor promoción".

RECORTAR GASTOS. En Almenara, las comisiones han decidido recortar gastos en aspectos como la peluquería. Por este motivo, las peluqueras de las falleras son de la comisión, ya que algunas de ellas han aprendido a hacer este tipo de peinados festivos. Informa Miquel À. Sánchez.