La sentencia ha provocado un nuevo motivo de confrontación entre el equipo de gobierno y la oposición. Así, Javier Balada indicó que "en el 2001 llegó el PP y el alcalde, Jacinto Moliner, y el arquitecto Rokiski, dijeron que el acuerdo no valía para nada, rebajaron la edificabilidad", por lo que consideró que la culpa "era suya".

Por su parte, el portavoz del grupo popular municipal, Juan Bautista Juan, aseguró al respecto que le parecía "mal que el equipo de gobierno quiera derivar ahora las responsabilidades. Lo normal es que si el Plan General de Ordenación Urbana de ese año le restó volumetría, que se le compense en este mismo entorno".