La estación que comparten Benicarló y Peñíscola está alejada del casco urbano y los viajeros han de ir a pie, en el primer caso, o en taxi. Solo en verano se habilita un autobús, que se acopla a los horarios de los trenes. En el caso de que se cree una línea de cercanías, ambos municipios contemplan la posibilidad de aumentar la frecuencia del transporte hasta las paradas, e incluso mantenerlo todo el año. Y es que el aparcamiento del apeadero está siempre lleno de coches de vecinos que han llevar a sus amigos o familiares hasta allí o de los propios propietarios.