El consistorio torreblanquino ha finalizado los trabajos de restauración de la ermita de Sant Francesc, en la parte nororiental del recinto que ocupa el Calvario y que a partir de la Semana Santa podrán ser visitada, ya que la instalación se abrirá al público.

Sant Francesc es la primera iglesia que existió en la población y estaba en un grave estado de deterioro, a pesar de la rehabilitación de las pinturas del interior del inmueble, propiedad de la Iglesia, y que fue declarado bien de interés cultural por la Generalitat.

El Ayuntamiento ha llevado a cabo una intensa labor de restauración integral. Entre las principales actuaciones destaca la sustitución del pavimento por otro, una reproducción del primitivo, datado entre los siglos XIV y XV. Al mismo tiempo, la parte superior de la iglesia ha sido adaptada para acoger exposiciones, siempre manteniendo la antigua cubierta, así como los ventanales originales.