Los peñiscolanos cumplieron un año más con la tradición de la romería de Sant Antoni, que llevó a más de 1.000 personas a la ermita del mismo nombre.

La jornada comenzó con la misa de las 8.30 horas en la parroquia de Santa María, para continuar seguidamente con la romería al ermitorio. Las mujeres fueron las que llevaron la figura de Sant Antoni hasta el recinto.

Posteriormente llegó la misa, oficiada por el párroco de Peñíscola, Manel Doménech, que en esta ocasión contó con la ayuda del sacerdote del hospital comarcal, Florencio Albero.

Más tarde se bendijo el término municipal, y en esta ocasión se ha bendecido también la nueva cruz metálica que da acceso a la plaza de la ermita, gracias a la donación de Talleres Serrat. La fiesta prosiguió con la paella y la verbena popular, hasta bien avanzada la tarde.