El Ayuntamiento de Burriana está detectando los perjuicios que para el municipio puede originar una gran urbanización deshabitada, como Novenes de Calatrava, que el próximo mes de julio hará un año que fue inaugurada. Y es que va a modificar el contrato de mantenimiento de jardinería para incorporar todas las zonas verdes de la unidad. No se sabe aún la cifra exacta, porque está siendo objeto de valoración, pero sin duda será importante, pues se trata de 446.553 m de urbanización, con 72.906 m de zonas verdes.

El único proyecto residencial de cierta envergadura que se está desarrollando es el de Villas de Calatrava SL, del grupo Carratalá, que está edificando 46 viviendas adosadas y sus correspondientes garajes en la parcela 9.1, calle B. Hay una casa aislada y un bloque abierto que se están construyendo, y recientemente se ha inaugurado un nuevo supermercado Mercadona sobre los 13.195 metros de suelo terciario que había agrupados en la esquina entre la carretera del Grao y la avenida Cardenal Tarancón. Eso es todo. Sin embargo, diariamente están encendidas las 300 farolas que posee el sector, hay que limpiar, en especial las numerosas defecaciones que se concentran en los bulevares, pues muchos han tomado la zona como un gran pipicán. A partir de ahora, cosa que no se ha hecho hasta la fecha, habrá que mantener las zonas verdes.

CASAS PROYECTADAS En este ámbito se pueden construir 1.485 casas, de las que 561 son unifamiliares y 924 en edificación colectiva. Cabe destacar, por lo que al aspecto dotacional se refiere, que está en funcionamiento el colegio público Novenes de Calatrava, y se está construyendo el nuevo ambulatorio. No obstante, más del 90% del PAI son aún solares, lo cual representa una merma de ingresos para las arcas municipales de un 70%, respecto a lo que ingresaría si todo el sector estuviera edificado, a pesar de lo cual el conjunto de la población ha de pagar todos los servicios públicos, a excepción de la recogida de basuras, que se irá implementando de una manera gradual.

Los propietarios de terrenos pagan IBI, pero solo computa el valor del suelo en el valor catastral a la hora de calcular la cuota liquidable, lo cual es un 30% del valor de un recibo normal si esa parcela estuviera edificada.

Para el Ayuntamiento recalificar suelo rústico y convertirlo en urbano, aunque no tenga la condición de solar le beneficia, como es el caso de Sant Gregori, donde pagan contribución urbana. Pero cuando un PAI se urbaniza, hay que prestar servicios públicos y si no hay un proceso gradual de construcción de casas puede convertirse en un contratiempo para el consistorio.