Una de las cinco empresas que están interesadas en desarrollar un parque eólico marino en Vinaròs ya presentó un proyecto de este tipo en el 2005. En ese momento, los vecinos de la localidad y la comarca mostraron su rechazo al plan y llegaron a recogerse 11.000 firmas pidiendo su paralización. El impacto visual en la costa que suponía la instalación fue el principal motivo de queja de los ciudadanos.

Por otro lado, el nuevo proyecto supone un cambio en la situación que podría ser "el condicionamiento más importante", según explicó el edil de Urbanismo, Javier Balada, y sería observado, en un principio, como un elemento positivo. "A pesar de eso, buscaremos toda la información y, a partir de ahí, comenzarán los trámites", señaló. Además, dijo que la tecnología está avanzada y que los aerogeneradores son más pequeños.