Propietarios y personal del Hotel Termas Marinas El Palasiet acusan al alcalde de Benicàssim, Francesc Colomer, de actuar "con nocturnidad y alevosía" en la reordenación del tráfico de la calle Pontazgo, "en la que se ha aplicado la prohibición de aparcar a ambos lados del vial". Una medida que, según asegura Joaquín Farnós, perjudica a los trabajadores y clientes del complejo que regenta su familia, así como también al hotel Voramar, el cámping y los usuarios de la playa Voramar.

Y es que, según afirma, Colomer "sigue con su idea de perjudicar a El Palasiet, incluso dificultando el aparcamiento de sus trabajadores". A este respecto, Farnós explica que tras la instalación "nocturna" de las señales de prohibición, llegó a las ocho de la mañana "la alevosía, multando los coches de los 90 trabajadores que forman parte de la plantilla, así como también a varios de nuestros clientes".

La decisión se toma desde el consistorio para facilitar el acceso a la vía verde que une Benicàssim con Oropesa, como consecuencia del gran uso de la ruta cicloturista, para lo que se incide en el uso del área de párking existente al inicio de la calle a la hora de estacionar los vehículos.

Un párking que, según los propietarios y personal del Palasiet, es un descampado que se ha habilitado como zona de aparcamiento "en un solar privado de la calle Pontazgo y que no reúne las más mínimas condiciones para su uso como tal, ya que está sin asfaltar y sin iluminar, sin accesos para minusválidos y con muy difícil accesibilidad para personas mayores o con problemas de movilidad reducida".

Y aseguran que es "una chapuza tercermundista más, de cuantas nos tienen acostumbrados Colomer y sus concejales". Es por ello que reclaman una alternativa a la prohibición de estacionar en la calle Pontazgo.