Su nombre es Andrea Gracia, una maña de pura cepa que nació hace 18 años en Zaragoza y que ha sido elegida Dulcinea de Benicarló, un cargo que ocupan jóvenes españolas o extranjeras que, sin ser del municipio, tienen algún tipo de vínculo con la población. Este es el caso de esta aragonesa, que ha vivido durante 11 años en Benicarló y que vuelve siempre que tiene ocasión. Su decisión de presentarse al cargo se debe en parte a la intención de continuar con la tradición familiar, ya que su hermana fue Dulcinea 2004, y le animó a que viviese la experiencia, aunque confiesa que, desde entonces, "siempre me había hecho ilusión poder representar a mis paisanos que vienen a disfrutar de las fiestas patronales", declara.

Entre el variado vestuario que lucirá durante estos días, destaca que en los actos en los que el protocolo lo permita irá ataviada con el traje típico regional aragonés.

Entre sus metas más próximas está la de estudiar la carrera de Fisioterapia en la Universidad de Zaragoza. Hasta que llegue ese momento invita a todo el mundo a participar en las fiestas "en todo lo que puedan y que lo pasen lo mejor posible".