Desde el pasado jueves por la tarde Albocàsser celebra el IX Concurso de Ganaderías de la localidad. Cada día, un encierro y una exhibición de vacas y toros pone a prueba los mejores hierros de la provincia. Por eso mismo, ayer se exhibió el toro Campesino, de la ganadería de Palmira Cervera, de Catí, que también se emboló por la noche en la plaza, causando gran expectación.

Pero los festejos comenzaron a mediodía con la tradicional entrada de seis toros de El Gallo, de Moncofa, seguidos de la prueba de los astados, y posterior toro cerril del hierro catinense.

Además, a las 17.30 horas, se exhibieron toros de la misma ganadería, resultando muy llamativos. Y a las 20.00 horas, las vacas confitadas tomaron el protagonismo de la tarde antes de reponer fuerzas para la noche.

TRADICIÓN La medianoche dió el inicio al típico ball pla, en el que tanto la reina de las fiestas, Judith Escrig, como las damas y sus acompañantes, llenaron de tradición la plaza e hicieron remomorar tiempos de antaño.

Después de este acto tan emotivo, los vecinos y visitantes de toda la provincia gozaron con el toro cerril embolado, uno de los eventos con mayor participación. Y por último, los más marchosos de la localidad aguantaron hasta la 1.30 horas para bailar al ritmo de la gran orquesta Límite, en el recinto de fiestas.