La plaza del Olmo de Navajas luce ya su tradicional belén, en el que el nacimiento emerge en la base del árbol, extendiendo el escenario a la mayor parte de la plaza. Lo que más sorprende son los animales vivos que por unos días comparten cama y pesebre con los cientos de visitantes. Gallinas, conejos, cerditos, ocas, patos, corderos, una cabra y perdices rojas se pueden contemplar en el singular corral. R. MARTÍN