Entre quienes llevan a sus familiares enfermos de alzhéimer a la unidad de respiro de Onda cunde el desconcierto por el retraso en la apertura del centro de día y la mayoría de estas familias consideran que deberían recibir más información por parte de la asociación sobre las razones de esta larga demora.

Loli Pérez, una de las afectadas, admite que está contenta con los medios actuales y dice comprender la lentitud de la burocracia, “pero tampoco me parece normal que no se hayan realizado los trámites que se necesitan, con la de tiempo que lleva el recinto acabado”, apunta. Pilar Taus, por su parte, es más contundente al afirmar que “es una vergüenza y no sabemos de quién es la culpa de este retraso pero la espera se está haciendo muy larga y el centro de día es algo que necesitamos de veras”.

Y es que los pacientes y sus familiares son los más perjudicados de esta polémica y del cierre del necesario edificio social. H