La ermita del mítico santuario de la Balma, en Sorita abrió ayer sus puertas de nuevo, tras haber estado clausurada al público desde diciembre del 2007 por las obras de restauración que ha acometido la Conselleria de Cultura.

No obstante, el restaurante todavía permanecerá cerrado, aunque este fin de semana ya se podrá disfrutar del espacio santo, en una reapertura que ha causado expectación en la comarca.

Además, es uno de los espacios más emblemáticos de Els Ports y con una notable cifra de visitas.

El ermitaño del santuario, José Barberán, se encarga de abrir el recinto santo al público. Aunque cabe recordar que Barberán protagonizó una polémica al encerrarse en la ermita en protesta por el “incumplimiento” por parte de la Generalitat sobre la reforma del recinto y la hospedería.

La Administración autonómica se comprometió a indemnizar al responsable del ermitorio por los perjuicios que le ocasionaran los trabajos. Sin embargo, denunció que se le adeudaban más de 37.000 euros y criticó los retrasos de la actuación. La intervención comenzó en agosto del 2007 y Barberán se vio obligado a abandonar en enero del 2008 el edificio, ante el requerimiento de la Dirección General de Patrimonio. No obstante, la deuda se finiquitó al día siguiente del encierro y abandonó su cautiverio. H